By Corredores de Ideas / Diego Ortiz García
El nombre del museo es un poco largo. Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo se llama, aunque le conocemos como el MEIAC. Antes de que llegara el enorme palmeral que lo viste, hubo un gigantesco panóptico circular como que el hoy preside el museo.
Y una cárcel. Y naves radiales gigantescas.
Entre esas naves, y la torre circular que hoy nos evoca un inmenso palomar, anduvieron los actores de La Fura dels Baus, en un espectáculo que ya forma parte de la historia de la ciudad.
Hoy en los jardines crecen buganvilias y cipreses solemnes y en el interior puedes encontrar artes digitales y nombres claves del otro lado de la Raia y de allende los mares océanos.
Ya nada queda de la cárcel, ni del Fuerte de Pardaleras, pero el museo merece algo más que una visita.
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Oeste. Marzo. Quince. 2016.