By Corredores de Ideas



Hace un tiempo los jóvenes de la Sierra de Montánchez adquirieron la buena costumbre de ir, al menos una vez al año, al parque.

Durante los años 2007 y 2008 el momento pic-nic se llevó a cabo en Valdemorales, en pleno corazón de la sierra.

Por esas rarezas que a veces cuesta entender, el festival viajó a Plasenzuela en 2009 y a Torrequemada en 2010. Y cuesta entenderlo porque jamás relacionaríamos los dos municipios con la Sierra de Montánchez.

Pero el universo de las mancomunidades y los Grupos de Acción Local es, a veces, insondable, y nos podemos encontrar con localidades tan dispares como Santa Marta de Magasca y Arroyomolinos englobados en las mismas estructuras supralocales. Que si la Mancomunidad de Sierra de Montánchez, que si Adismonta, que si el Tamuja, que si celebramos el día de la Mancomunidad en Torrequemada, en las Torres…

Pero aquí hemos venido a hablar de música, no de vertebración territorial.

Y es que Parque Sonoro nació íntimamente ligado a la Sierra de Montánchez, o, mejor dicho, a su Mancomunidad. Y a ella vuelve este año.



[El festival]
Y acontece que en 2012 nos topamos ya con un festival trashumante. Ese año lo encontramos en la Sala Aftasí, aunque en ese intervalo alguien con no muy buen gusto la había rebautizado con otro nombre espurio.

Menos mal que poco después recuperó a Vicente y su bautizo original. El auténtico.

Al año siguiente el parque se hizo pequeñito. Viajó a Cáceres, a La Machacona. Un espacio histórico de la noche cacereña, pero algo encogido para un festival. Durante las dos siguientes ediciones se adueñó del Rincón Pío Sound, ese espacio tan peculiar que puedes encontrar en los polígonos industriales de Don Benito.

Durante los primeros años las formas del rock estaban muy presentes: Amenoskuarto, Cárnica, Dedo Corazón, La Taberna de Moe y los grandes The Buzzos vivieron sus momentos de parque.

Ya en Torrequemada, el festival, sin perder nunca la identidad territorial extremeña, inicia un giro hacia el sustrato indie de la música popular. Cajón de Sastre y The Wish encabezaban un cartel más que suculento. Los montijanos repitieron en Badajoz, en 2012, y este mismo año pudimos ver a esa delicatesen pop que llegó un día de La Vera haciendo escala en la meseta castellana, Local Qua4tro. Y apareció también Burgim, el proyecto de vida de Alfonso Búrdalo, que luego repetiría en 2013, la edición de La Machacona.

En 2014 Mohevian, la superbanda llerenense, se suma al cartel, y junto con la vuelta de Local Qua4tro y la presencia de los hermanos Ares, con su Supersexy Sound System, conforman un escaparate de nuestra música a tener muy en cuenta.

Los tres nombres vuelven a Don Benito el pasado año de 2015. Se les unen los guitarreos de Subterráneos, salidos de Badajoz con apeadero en Montijo, y los históricos Ama.

En esta edición del 16 afortunadamente vuelven Mohevian, Local Qua4tro, Supersexy y Subterráneos, con lo que el regusto sonoro está garantizado. Pero también subirán al pabellón multiusos de Valdemorales Burgim, Da y Fônal, tres proyectos que comparten guitarras y otros soniquetes más de talante electro.

Nos alegra saber de la presencia norteña de Blue Chicken, una nueva banda placentina de cuerdas radiantes.

Para este año la organización ha decidido recordar a otro festival ya desaparecido. Zorrock tuvo, a veces, demasiadas turbulencias a lo largo de su existencia, pero su presencia fue fundamental en la creación de una incipiente escena independiente en Extremadura.

Por el Zorrock pasaron referencias fundamentales como The Animal Crackers, Súper 8 o los mismísimos DKS.

Bloomington y Lich participaron también de aquellos años en Puebla de la Reina, en el patio del colegio o en el campo de fútbol. Y este 2016 se unen en ParqueMorales para recordar la huella imborrable del Zorrock.

De las turbulencias hablaremos algún día. Ahora no toca. El cartel de 2016 lo cierran Lúa Gramer, Happy New Year & 3AM, Supertennis y los inevitables pinchadiscos para entretener y hacer más llevaderos los cambios.

Resumiendo. Si no existiera Parque Sonoro habría que inventarlo. Y aunque navega frecuentemente en las dudas de si será la última edición o no, tal como está el panorama live tener la oportunidad de ver en un solo día a Mohevian o Local Qua4tro al lado de casa, bien vale un curveteo por esos asfaltos tan incómodos que atraviesan las Torres y te acercan al cielo de Montánchez, al Delta Interior.

Y, sobre todo, tener la oportunidad de asistir a un festival en cuyo cartel no haya atisbo de grupos-versiones-tributos-débitos-verbenas-barriladas y demás, es, a estas alturas, muy de agradecer.

¿Que repiten grupos año tras año? Sí, claro. Nada nuevo que no hagan otros festivales que además reciben cienes y cienes de leuros de las arcas públicas y se pasan por el forro de la ignorancia a los grupos extremeños, y repiten nombres, edición tras edición, en una lánguida y cansina letanía de currículum pastoral, o aquellos otros que encabezan carteles con bandas camaleón, de esas que se mimetizan a la perfección con los originales, y se quedan más anchos que panchos.

Lo dicho. Nos vemos en el ParqueMorales. Y si no nos vemos, nos recordamos.

[Música para ir al parque]........[Parque Sonoro Non Stop]

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[Los nombres y las músicas de 2016]




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Oeste. Octubre. Tres. 2016.