Fuente: almendralejo.es




El 17 de febrero de 2004 se reabre ante un público entusiasmado el Teatro Carolina Coronado de Almendralejo, después de una profunda rehabilitación que volvió a sacar a la luz el antiguo esplendor de un espacio escénico único en Extremadura.

Proyectado a principios del XX siguiendo la estela de los teatros a la italiana, se pensó ya en sus inicios como un gran espacio escénico, como una gran sala de dimensiones majestuosas.

La construcción del Carolina Coronado supone la incorporación del hierro no sólo como elemento sustentante, sino también como apoyo ornamental.

De hierro fundido son las columnas que soportan los palcos y las barandillas de los anfiteatros, con hierro se enmarcan los vanos acristalados que se abren en la ecléctica fachada principal del Teatro y le da esa sensación de ligereza, y de madera y fundición eran también las butacas instaladas de forma abigarrada en la sala, butacas que eran desmontadas cuando en las fiestas, como el Carnaval, se utilizaba el patio de butacas como Salón de Baile.

El desarrollo económico de Almendralejo propicia la construcción de edificios para actividades culturales y recreativas de un considerable valor artístico como la Plaza de Toros (1834), el Círculo Mercantil (1924), o el Obrero Extremeño (1930).

En este marco se puso en marcha el proyecto para construir el Teatro Carolina Coronado (1916). Una obra de la que se conservan los planos originales, realizados por el arquitecto A. Coffino.

Procedente de Lisboa, Coffino se anunciaba como arquitecto y constructor civil, especialista en cemento armado y tenía su estudio en la Rua dos Retroceiros.

Las pinturas que realizó en 1916 el pintor costumbrista Adelardo Covarsí para decorar el Teatro Carolina Coronado son un valor añadido al propio edificio. El trabajo realizado por Covarsí se centró en la decoración del vestíbulo, el Salón Noble y en la Sala trabajó en el techo, la boca del escenario y muros, aunque no está del todo claro que interviniese directamente en la decoración de los paramentos verticales de la Sala, que están decorados con pigmentos sobre una base de yeso. Covarsí recurre a la mitología como fuente de inspiración abandonando los temas regionalistas.

En 1971 el Teatro Carolina Coronado sufre una transformación negativa por medio de la cual se acondiciona el edificio exclusivamente para sala de cine.

En la reconversión se suprimieron los palcos, se rebajó el techo, colocando un cielo raso de escayola a unos ocho metros de altura, con lo que quedaron cubiertas las pinturas de Covarsí y, en definitiva, se vulgarizó unos de los auditorios más significativos de Extremadura.

El día 17 de febrero de 2004 se reabrió el Teatro Carolina Coronado y las pinturas mitológicas volvieron a ver la luz.




Oeste. Febrero. Diecisiete.


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