El año que acaba nos ha dejado cinco estaciones para la emoción.

Todo lo que está pasando en Medellín nos está alegrando los ojos y abriendo el corredor de la memoria.
El Museu de Arte Contemporânea de Elvas ya se ha consolidado como un referente en el panorama artístico a ambos lados de la raia.
En septiembre el Palácio do Picadeiro abrió sus puertas para convertirse en un espacio de nuevas artes para viejos oficios, y para reubicar a Alpedrinha en los mapas.
Vegaviana es la joya de la arquitectura de colonización. Su declaración como Bien de Interés Cultural por parte del gobierno extremeño ha querido subrayar esta singularidad.

En Portalegre crecen los rayos láseres y la cultura electrónica. De eso se encargan en Quina das Beatas, un espacio alternativo para una ciudad que cada vez es más joven.