Un guión de Corredores de Ideas
En el calendario católico y ortodoxo, cada 20 de enero, se celebra la fiesta de los Santos Mártires, San Fabián y San Sebastián.
En los ritos paganos, en esas fechas, nos acercamos a los inicios del Carnaval. Y por eso confluyen ritos, fiestas y disfraces y algarabía.
En nuestro Oeste, afortunadamente, contamos con tres de esas fiestas maravillosas y fantásticas. Y las tres están relacionadas con las máscaras y con San Sebastián, claro.
En Acehúche, Las Carantoñas, jóvenes disfrazados y convertidos en animales, en bestias que acompañan la imagen de San Sebastián, y que , como son bestias, y no pueden entrar en la iglesia, le esperan a la puerta, mientras las jóvenes bailan y escuchan al tamborilero.
..
Unos kilómetros más al norte, en el Valle del Jerte, en Navaconcejo, el Taraballo, disfrazado con mono blanco, máscara y látigo para asustar.
A unos veinte kilómetros de Navaconcejo, subiendo, donde el frío y a veces, la nieve, llega a nuestras vidas, en Piornal, el Jarramplas.
La leyenda habla de él como de un ladrón de ganado que antaño tenía trastornado el orden y las normas de la convivencia vecinal, y por eso fue castigado.
Jarramplas es un personaje vestido con una chaqueta y pantalón de los que cuelgan una multitud de cintas multicolores, la cabeza va cubierta con una máscara cónica de fibra de vidrio que contiene dos cuernos y una gran nariz.
El Jarramplas recorre las calles de Piornal tocando un tamboril, mientras, los vecinos, en modo castigo, le tiran nabos.
La fiesta durará hasta que Jarramplas aguante, y cuanto más dure, más orgullo para aquel que da vida a este personaje.
Y ahondando en nuestra geografía, en el Alentejo, en las comarcas del mármol, encontramos un paraíso de piedra, y al lado de Borba podemos colarnos, siempre que nos dejen, en la Pedreira de Sâo Sebastiâo.
En Évora, hace unas semanas, se clausuraba la exposición Génesis. Con 38 imágenes de gran formato de Sebastião Salgado sobre los orígenes del mundo y la fragilidad de nuestro planeta.
Una exposición que se pudo ver junto al templo romano de la ciudad eborense, y que ya había pasado, en diciembre de 2017, por el centro de Cáceres.
Aunque bien es verdad, que por muchas máscaras y muchas fiestas que tanto nos deleitan, todo lo relacionado con el santo y mártir, siempre ha estado rodeado de cierta heterodoxia.
En 1911 el gran Claude Debussy escribe Le Martyre de Saint Sébastien, una obra en cinco actos sobre el personaje con un texto escrito por Gabriele D'Annunzio.
El trabajo fue producido en colaboración entre el propio Gabriele D'Annunzio (en ese momento viviendo en Francia para escapar de sus acreedores) y Claude Debussy, y diseñado como un vehículo para la bailarina Ida Rubinstein, la musa de la Belle Époque.
La contribución de Debussy fue una partitura a gran escala de música incidental para orquesta y coro, con partes vocales solistas (para una soprano y dos altos).
Aunque el proyecto fue solapado por un escándalo (el arzobispo de París solicitó que los católicos no asistieran porque el bailarín que interpretaba a San Sebastián era una mujer y un judío), y no ayudó al éxito que merecía.
En 1976 se estrenó Sebastiane. Una película escrita por Dereck Jarman repleta de guiños al homorerotismo.
..
Y terminando con San Sebastián, en el número de mayo de 1968, la revista Esquire llevó en su portada a Muhammad Alí, el boxeador antes conocido como Cassius Clay, asaetado por flechas mártires de San Sebastián.
Esa portada es ya historia. Una portada diseñada por George Lois a partir de una fotografía de Carl Fisher.
Y te dejamos con algunos de los soniquetes que provocaron los ecos de Las Carantoñas y el Jarramplas. Unos ambientes sonoros recreados por PiojoCanoExperience.
[Sebastián en la radio]