De Oca a Oca
Una noche Rococó tirando a calle Larga en modo Off


Imágenes de Corredores de Ideas para el Correo del Oeste.
De concierto en concierto, y de oca a oca y tiro porque toca.

Si uno se lo propone, y le gusta esto del doremí, y es algo adicto a pasar desapercibido en los conciertos, al fondo a la izquierda, y tiene la suerte de portar una camarina de fotos, pequeña, pero matona, y conoce a los técnicos y promotores de estos conciertos para contar con pase de prensa y luego hacer alguna pequeña crónica, no es difícil recorrer la geografía extremeña cuando llega el fin de semana, y su trabajo se lo permite, claro.

Este fin de semana de diciembre 21 empezó en la noche del viernes 10.

[Noxfilia]

Detrás de un portón de imágenes vistosas de toques étnicos, en Cáceres, en Aldea Moret, en la Calle Larga, en la casa de Mudarte, este viernes, como te contaba, estuvieron los placentinos NOXFILIA, dando calor y metralla rock a una noche fría donde no llegan las luces navideñas de la ciudad, ni los cantos de sirena del botellón.

Precedido de un masterclass enorme del baterista Abel del Fresno, el de Mamá Ladilla, Noxfilia despachó un concierto poderoso, enérgico y sin contemplaciones.





[Los Jacobos]

Hablando del gobernador del norte, el sábado 11, y después de 24 años de la fundación del grupo, LOS JACOBOS llegaban a Badajoz, a la Sala Atenea, al Club de Conciertos. Era la primera vez en su vida que actuaban en la ciudad.

Hablando de la sala. Esfinges y aires rococó. Bóvedas decoradas con motivos mitológicos, similar a la bóveda del Colegio de Aparejadores, dos puertas casas más allá, en la misma plaza. Se notan las huellas de Covarsí.

Decoración algo recargada. Aire modernista, muy propia de la ciudad, y de las huellas del propio Covarsí.

Y eso que luego resultó que no eran frescos, más bien pinturas, y el pintor las colocó en el techo, y los propietarios antiguos de la relojería, ni cortos ni perezosos, la desmontaron y se las llevaron. Menos mal que los jueces les obligaron a reponerlas en su lugar original. !Vaya caraduras¡

Resumiendo. Después de 24 años de existencia, como te decía, Los Jacobos llegaban, por primera vez, a Badajoz para descargar sus temas, y exprimir su santoral punkarra dedicado A Sánchez, Vicario, Simona, Chuck Norris y a San Jarramplas.

Un concierto como los que nos tienen acostumbrados Los Jacobos. Enérgico. Divertido, punzante, irónico, sarcástico, televisivo, con un santoral repleto de héroes de series y programas de tenis.

Por cierto, pareciera que Chuck Norris se está dedicando ahora a hacer cine negro, y no, es, simplemente, un efecto óptico.

Ejerciendo de anfitrión, Rulo, con su camiseta negra de Losantos a lo Redtubers.

En Badajoz. En la Sala Atenea. En el Club de Conciertos. De fondo, Mater Misericordia.

Un concierto servido con naranjas frescas recogidas en Santa Cruz de Paniagua, por donde Plasencia. Divino santoral.

Me faltó por preguntar el título de uno de los nuevos temas que tocaron. No lo conocía. Y parece que tenía que ver, precisamente, con el pueblo. Como salí rápido y veloz, no pude preguntárselo. Pero me gustó. Como todo el concierto, claro. Uno que es fiel. !Qué le vamos a hacer! Ya nos hemos hecho muchos kilómetros para ver a Los Jacobos. En parques, en torres, en garitos, en berrocales, en salas rococó. Y lo que nos queda.

Nos hubiera gustado un escenario algo más grande, que no fuera la mínima expresión, pero es lo que tienen nuestras salas de concierto. Y con eso, tenemos que convivir. Todo sea por Chuck Norris.





[Pareciera que Chuck Norris hiciera cine negro]



[Solaris]

Cuando acabó el concierto jacobino, pitando que nos fuimos a la otra punta de la ciudad. A San Roque. A estrenar y ver por primera vez la Sala Off Cultura.

Un espacio envidiable, muy bien montado, con buena equipación, con un personal y promotores que garantizan cuidado y mimo con un proyecto envidiable para cualquiera de nuestras ciudades.

Íbamos allí porque sonaba Solaris con sus temas del Viaje a ninguna parte.

La sala es una pequeña gran maravilla. En ella se dan clases de danza, se graban clips, se ofrecen conciertos, se pasan tardes de teatro infantil y juvenil, y todo lo que se te pueda ocurrir.

Uno de los socios de la misma, es Vicente Robles, recuerda, el que puso en marcha la Sala Aftasí y muchos otros espacios de ocio, el que ha llevado su pequeña caravana al río para pinchar música.

La Aftasí pertenece ya a la memoria musical de la ciudad, de cuando Badajoz era un referente para los conciertos, y en ella, sin duda, está inspirada y mimada esta Sala Off Cultura de San Roque.

¿El concierto?
Fue espléndido. Una pena no poder contar con Miguel Ángel Gragera en el bajo. Obligaciones laborales en su teatro de las Vegas Bajas, se lo impidieron. El compañero que le suplió hizo que su ausencia pasara desapercibida.

¿El disco que presentaba Solaris?
El Viaje a ninguna parte es brillante. Grabado en Silence Studios por David Capellán. Uno de los otros socios de la sala, por cierto.

Solaris presentaba un muy hermoso disco. Y escuchar esos besos encadenados con la Sala Off Cultura, es una experiencia impagable.

Y si, además, aderezado en color, emerge en esa noche la memoria de Diva, en forma de Sálvame, el temazo que nos evocaba al concierto que dieron en la Aftasí hace unos años, no podemos pedir más.

Chuli estaba en su salsa, en su ciudad. Sus amigos acompañaron este concierto de manera efusiva, y eso hizo que el concierto fuera aún más explosivo.

El sonido, el mejor de los conciertos de este fin de semana, sin duda.

Un concierto que fue, en suma, un regalo. Como el que Chuli hizo a su hija Paola que ese día celebraba su cumpleaños. La imaginamos emocionada, claro. Emocionadísima. Seguro que, por momentos, se consideró la hermosa diosa del baile. No era para menos.

Sólo dos apuntes. Uno. Agradecimiento a Miguel, el portero, que lo fue también de la Aftasí, por la buena charla que mantuvimos hasta que abrieron las puertas de la sala.

Dos. Sí, el concierto fue espléndido. Pero Chuli, en un ataque de un venirsearriba, invitó a los asistentes a subir en tromba al escenario. Invasión. Y eso, ya sabemos que es una aberración.





Yemayá, la diosa yoruba africana, nos recibía en el frente escénico del Mudarte étnico la noche anterior, en el concierto de Noxfilia.

Atenea, la diosa griega de la guerra, nos dio cobijo en el primer concierto de ese sábado. El de Los Jacobos.

Paola, la hija de Chuli, fue, por un rato, diosa del baile en el Off Cultura.

Una vez concluidos los conciertos, y de vuelta ya a casa, Tanit, la diosa cartaginesa de la luna, nos despedía camino del coche para esperar el día de volver a jugar a la Oca.

Oeste. 11 de diciembre. 2021.