Una noche en Mudarte
Le Redtubers. La Crónica Parcial.


Imágenes de Corredores de Ideas para el Correo del Oeste.
En Cáceres, en Aldea Moret, en la Calle Larga, está la casa de Mudarte.

Al llegar a ella te encuentras un mural que firma Coché Tomé, y que se inspira en la percusión y las batucadas. Y eso da una pista.

A ambos lados, naves industriales para conformar un pequeño polígono del extrarradio.

Accedes por una puerta algo estrecha de metal, y te ves inmerso en un sorprendente oasis multicolor con un frente escénico de talante étnico repleto de figuras femeninas en pie de danza. Sorprende que no aparezca ninguna figura masculina. No sabemos si vendrá condicionado por algún decreto de ayudas públicas, o alguna consigna, o si las ha tenido. Policromía, en todo caso.

Según los papeles, la Asociación Mudarte aparece como un Laboratorio de Formación y Creación Escénica. Y su enfoque es “afrodescendiente”.

Miguel Moreno y Catherine Díaz, según esos papeles, son los impulsores de este proyecto, al que deseamos larga vida.

Estamos ante un espacio de aire alternativo, del tipo de Centro social okupado (CSO), o, en su defecto, de un centro social okupado autogestionado (CSOA), o si, me apuras, un ateneo libertario como el de Mérida, pero mucho más grande.

Al fondo, un gran espejo. Suponemos que será para la danza y las batucadas.

Delante, muchos sofás repartidos que le otorgan un aire acogedor y de descanso y escucha al amplio recinto moretino.

Hace pocos días han presentado la agenda de actividades para los próximos meses. Conciertos de cantautores, jam session, noches de micro abierto, alguna masterclass y conciertos de hip hop y de rock.

Hace frío en el exterior. Mucho frío. Es noche cerrada.

Atraviesas el mural y firmas y pagas 5 euros.

Y comienzan a retumbar las palabras del monarca emérito español.

Eran Le Redtubers, la superbanda emeritense de punk y toques irlanmeños de sustrato folk. Bueno, emeritense, de Mérida, de Badajoz y de Cáceres.

Antes de nada. El sonido no era el mejor del mundo. Manifiestamente, mejorable. Pero con eso, ya contábamos. Bastante hacen estos espacios privados por mantener una programación estable. Como para exigir un sonido impecable.

La iluminación, algo escasa hasta para los propios músicos, a los que le costaba leer el set list con los títulos. Y eso se vislumbra en el reportaje fotográfico. Han quedado algo reguleras.

A pesar de todo ello, Le Redtubers dieron calor y metralla punk a una noche fría donde no llegan las luces navideñas de la ciudad, ni los cantos de sirena del Black Friday.

Fue un concierto vibrante, de pogo y sin cicatrices.

Excelente, por momentos.

Casi a pie de suelo, cercano, y tanto, como que Rulo se sumó, a veces, a la olla montada bajo las bailarinas africanas del frente escénico.

Dieciocho temas para recorrer buena parte de la discografía tuberina. Desde su lado más punkarra hasta el aliento folk que, a veces, desprenden.

Con sus grandes himnos, como Kierkegard, o el Bitter Kas o Anartistas o la Vida de Brian (!!qué pena que no dispararan las bases con las palabras de la peli¡¡).

Ya llevamos desde sus inicios siguiéndolos. Y van tres epés. En cualquier escenario. En bares con música, en parques y en ateneos libertarios. Y hoy, una noche en Mudarte. La devoción, casi familiar, nos obliga a ello. !!Bendita obligación¡¡

No conviene olvidar que entre Le Redtubers, casi emboscado alguno de ellos, están dos miembros de los grupos que originaron el punk en Extremadura. A Palo Seko y Los Restos. Así que !!qué le vamos a contar a ellos¡¡

Uno lleva la voz. El otro, te dejamos que lo resuelvas. En plan Wally.

Por cierto, no nos dio por preguntar.

A la derecha de la nave se situaba una pequeña barra.

Pero no preguntamos si disponían de Bitter Kas. Hubiera sido un puntazo que lo dispensaran.

Tan sólo, un pequeño ruego. Que refuercen algo la iluminación. Es muy necesaria.

Larga vida a Mudarte. Y ya sabes que yo soy Brian, y mi mujer también.

Resumiendo. Un muy bien concierto de Borja, Ferdi, Rulo, Leandro y Abel. Le Redtubers.






Oeste. 26 de noviembre. 2021.