Un guión de Cantarrana



Con la técnica de Joaquín Viera, la producción de Emilio León y la colaboración de Miguel Ángel Díaz, ya sabes que Cantarrana Club XXL celebra 50 años de música hecha en Extremadura y en la Raia, y te proponemos este viernes recordar que llega septiembre.



Y como ya viene siendo habitual en estas noches de viernes, dejamos que Miguel nos ponga en antecedentes.





Empezábamos este programa con los veratos de Local Qua4tro en su fabuloso disco La gravedad de Júpiter. En 2013. Y su tema Septiembre. La Playa de los muertos.

Siempre lo decimos. Local Qua4tro fabrican canciones redondas y maravillosas. Canciones inolvidables como Sofía Coppola, La verbena de San Isidro, Canción del perfecto idiota, el cover de Estuve enamorado, o El ticket de la ORA.

Nos seguimos preguntando cómo es posible que no exploten y arrasen en las ondas de medio mundo.

Llegará un día en el que a Local Qua4tro se le levante un monumento en el parque de Madrigal. Un monumento a la alegría verata. Al tiempo de farra y de rondas.

La Playa de los Muertos está en Carboneras, en el mediterráneo andaluz de Almería, y la llaman así porque llegaban a su costa los cuerpos de los navegantes cuando naufragaban por las corrientes que confluyen allí. Es una playa de agua cristalina y de piedra muy pequeña.

Acabamos de escuchar el Amor de septiembre, de La Ruina. De su disco Sin ti.

Hace muchos años nació en Don Benito un proyecto musical pionero en Extremadura, tanto por el tipo de música, como por las inquietudes y ganas de abrirse en este mundillo por parte de sus integrantes.

En 1995, en Mérida, editan Sin ti, su primer disco.

Tras varios conciertos más, el grupo se disuelve.

Pero en noviembre de 20008, tras conversaciones varias, el grupo retoma la actividad.

En 2010 publican su tercer trabajo 20 años…y un día.

En 2018 se le puedes ver en algún festival calabazón.

El amor de septiembre evoca una pequeña historia de amor casi adolescente.

Te sigo contando, amigo:

De Cajón de Sastre no hemos hablado nunca. Pero nunca, nunca. En 2011, tras haber ganado un concurso, grabó un muy gran disco. Miedos y otras fobias.

Electrónica exquisita. Carolina Piñero y Miguel Ángel Gragera tejieron texturas delicadas, como diría el propio Miguel Ángel. Ha sido una pena que el proyecto acabara.

Afortunadamente a Miguel Ángel Gragera le podemos seguir construyendo hermosas bandas sonoras para excelentes documentales de naturaleza y las ráfagas de televisión que vemos en algunos programas.

Con su excelente trabajo Mil horas de vida dieron por finalizada su carrera como grupo. Una pena. Casi tanto como la sombra gris de la que hablan en Septiembre.



Ama fue y es un superproyecto creado por José Luis Tristancho, César Lérida, Víctor Acero, Manuel Abengózar y Julio Horta.

En los primeros años 90 Ama llegó a tener sus propios clubes de fans. Inauguraron el fenómeno fans en Extremadura.

El amor nos estás destrozando lo tenemos catalogado como de 1992. Y ahí se encontraban maravillas como Sospechas, Labios y cuchillos o Miedo a volar, y, por supuesto, Sal.

Dos años después publicaron Rojo sobre azul, otro disco inolvidable.

Dejaron los escenarios durante un largo período.

En 2009, un tal Miguel Ángel Gragera provocó que muchos artistas extremeños participaran en Han crecido rosas, un disco homenaje al grupo que un día, para la sorpresa de todos, incluidos los miembros del grupo, se presentó en Canal Extremadura Radio.

Hace pocos años volvieron a los escenarios y publicaron su disco 1996.

A veces se les puede ver en algún concierto.



Vanagloria, el grupo emeritense, compitió en el mundo fans con Ama.

Por ahí andaban David Sánchez García, Gustavo Espinosa Barrero o Javier Ramallo.

En 1996 publicaron Tres años y un día. Pop cristalino. Para quien preste un poco de atención, por ahí aparece en los coros y segundas voces una chica que luego daría mucho que hablar. Nieves Rebolledo. Bebe.



Antes de que naciera Cajón de Sastre, Miguel Ángel Gragera mantenía viva la llama de sus proyectos personales con nombres como Ecce Homo. Ecce Homo creció dando arrumacos a la electrónica y sus primeras máquinas.

Relojes de septiembre evoca pequeños paisajes infantiles y, sobre todo, el paso del tiempo. Sin voces. Sin cantos. Instrumental.

Son los finales de los años 90. El fin de un siglo. Los días de la fonosfera, el universo particular de Gragera, tan rico en delicadezas sonoras.

06. Relojes de septiembre. Ecce Homo. Demo.

Mientras le preparamos su propio monográfico, de José A. Secas ya hemos hablado varias veces.

De cuando la Batalla de La Madrila, de cuando Percance Laplace, de cuando la luna, de cuando el carnaval, en fin.

Ahora escuchamos uno de sus más hermosos. De besos y de mar.



Y llega 2018. Y en silencio, sin armar ruido, Juan Cerro, el de Orellana, publica Para la otra orilla, un disco sorprendente por lo exquisito y delicatesen por el aire de serenidad que lo envuelve. Un aire zen, espiritual, casi místico. Una auténtica maravilla que guardamos como un tesoro en nuestra discoteca.

Once temas que combinan momentos de la guitarra de Cerro con su propia voz, una voz que repetimos en bucle una y otra vez.

Pues sí, en el fondo es como dejar de respirar. Como para dejarte ir a la otra orilla.



El 19 de septiembre de 2007, Bloomington anuncia la despedida de los escenarios. Se pone fin así a una experiencia singularísima que había comenzado en 1994 en Cáceres.

Un montón de maquetas. Tres discos oficiales. Clips. Grandes, grandísimas canciones. Un buen saco de ellas. Enormes conciertos. Buenos recuerdos. Éste es su legado.

El 14 de febrero de 2006 publican ACTIVANDO LA DISIDENCIA. Una vuelta de tuerca en la que abandonan la lengua imperial. Un disco memorable. Como si fuéramos reyes.



El 28 de enero de 2010 en el Círculo Pacense se celebró una gala musical a beneficio de los damnificados por el terremoto de Haití. A primera hora de la tarde apareció un grupo de jóvenes a probar sonido. Eran El Viaje de Rose. Una chica, algo nerviosa y frágil, comenzó a entonar delicados temas de desamor de su Guía de ciudades invisibles (2007), un trabajo por momentos emocionante y que cuando llega octubre se convierte en nuestra banda sonora. Cantaba Ana Broncano.

Luego sacaron su segundo disco. Homónimo.

Y nos los volvimos a encontrar en la Sala Aftasí en 2014. Y recordamos que no se puede matar al amor.



Comenzaron en Llerena. En 2011. Mohevian, desde sus principios vienen desarrollando un proyecto estético que nos maravilla y a los que echábamos de menos en los últimos meses.

En enero de 2013 sale a la luz su primer trabajo de estudio: Armas Silenciosas para Guerras Tranquilas, un EP autoproducido y grabado y en Mérida

A finales de 2014, Mohevian publica su segundo trabajo, Catálogo de universos domésticos.

Desde los inicios de 2013 sabíamos que la fotografía del parque de Berlanga iba a estar colgada en nuestro almanaque musical del año que se ha ido. “Islas” es desde entonces uno de los tesoros de Cantarrana.



Y nos vamos a Évora. Le conocimos en la Sociedade Harmonia Eborense, ese lugar tan mágico de la ciudad, y de todo el Alentejo.

Es Zeps. Con su guitarra. Y sus paisajes sonoros son exquisitos. El final del verano.



Y para lo que dejó el mar. Y para lo que trae septiembre. Y para la melancolía. Y para cerrar la caja de los recuerdos. Y para volver a casa. Y para esperar las primeras lluvias. Y para aderezarlo todo con un suave baño de sal.

Y hoy, para nosotros, es el final del verano. El final de la fiesta. Llega el otoño.

Nos volvemos a ver el próximo viernes en Canal Extremadura Radio, en Cantarrana Club XXL, y si no nos vemos, nos recordamos.

Mientras tanto nos encontramos en las redes de Cantarrana. Allí te vamos contando lo que habrá de venir y de escuchar y de bailar. Y en nuestros correos cantarrana@canalextremadura.es y culturapagana@gmail.com.

Somos todo oído.

Y te dejamos con una pequeña canción de otoño. De Ama.






[El Final del Verano en la radio]



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Oeste. 13 de Septiembre de 2019.