Utopías de Tierra Firme
Letras tatuadas.


Un reportaje del Correo del Oeste.


Era el 3 de marzo de 2022. En Cáceres. En la Sala Boogaloo.

X-Rated son tres músicos de Cáceres, Inglaterra y Sudáfrica, que el azar hizo que se juntaran para algún proyecto Clasificado X. O no. En todo caso, su propuesta es espitosa como pocas. Y en directo te absorben los bailes de la pizpireta Keely.

El concierto de esa noche, fue una declaración de principios.

Como la luz que baña el escenario es tenue, no acertábamos a ver el contenido de la setlist. Cuando ya la recogimos, la sorpresa nos embriagó.

La setlist que ilustra, ilumina y adorna la propia Keely Mannin, está repleta de grabados y dibujos ingenuos, que nos sugieren una sonrisa smile tras ver a los tres descargar un directo excitante.

[Paleolítico]
Ideografías. Gestos. Historietas que nos han empujado a evocar otros tiempos. Otros suelos.

Porque suelen estar en el suelo. Porque acostumbran a viajar por los meandros del orbe. Pero nacieron en las paredes de las cuevas.

El hombre de Maltravieso marcaba sus manos sobre la roca y el abrigo. Y también te hablaba de los espíritus.

Y en su honor, hoy vemos algunos de sus dedos amputados. Como cuando los pescadores se mutilaban un dedo del pie. Pertenencia al grupo.

La mano de Maltravieso forma ya parte de nuestra iconografía. Hoy ha perdido buena parte su simbología, pero como marca de agua es inquietante, maravillosa, definitiva. Santo y seña. Mística, si me apuras. Y sus manos, dentro del abrigo, dibujan una fabulosa setlist para seguir la ruta y el sendero. El camino de la profecía, donde descansa el oráculo.
[S. X]
Cuentan que Juan Serrano, el último prior de Guadalupe, se entregó a la costumbre de iluminar su propio Beato. Y así llegaron a la basílica impenetrables códices sobre el libro del Apocalipsis.

Y sus miniaturas, y sus partituras de tramado románico. Y su uniformidad pictórica.

Era la lengua de los manuscritos. Letras tatuadas. Estampas iluminadas.


[2000]

Algunos años después, descubrimos el Manuscrito de Alcántara con sus claves de sol y sus bóvedas renacentistas. Y el majestuoso conventual. De los cíngulos con tres nudos franciscanos. Y su dramaturgia. 

Y se enmudecía el semblante. No había crímenes ni nombres de la rosa, pero sí textos apócrifos, donde los cuatro reyes.



[S. XV]
Duarte de Armas
, también conocido como Duarte d'Armas, nació en Lisboa en 1465. Fue escudero de la Casa Real y dibujante para la monarquía portuguesa.

Hábil en el diseño, fue encargado por
Manuel I para levantar el estado de las fortificaciones de la frontera, dibujando las plantas, panorámicas, medidas, señales cartográficas y notas explicativas.

Este material, de un valor histórico incalculable, lo reúne en su
Livro das Fortalezas, referencia imprescindible para conocer la situación de la geografía fronteriza y rayana de la época.





[S. XV]
La
Biblioteca de Yuste fue arrancada de Extremadura hace unos años.

Como también lo hizo, años antes, el
Tesoro de Aliseda.

Afortunadamente, hace pocos años, esa biblioteca monástica regresó a
Yuste con sus 22 cantorales del siglo XV. Y así volvió a tener sentido el facistol tan habitual en los espacios religiosos.



[S. XVI]

Juan Vasquez nació en Badajoz en torno al 500.



Descendid al valle, la niña
que ya es venido el día.
Descendid, niña de amor,
que ya es venido el albor.
Veréis a vuestro amador,
qu´en veros, se alegraría,
que ya es venido el día.
Descendid al valle niña,
que ya es venido el día.





[XVIII]

Era el año nuevo que en esa época comenzaba en primavera. En Japón, antes de abrirse al mundo. En los tiempos de la pintura de los rincones del agua. En los años en lo que casi todo pasaba por Kioto, donde residía el emperador. Luego llegó Tokio, la capital del Este.

Y cuando la pintura era un capricho y un privilegio de la corte y la aristocracia, nació el ukiyo-e, la pintura del mundo flotante. Eran grabados en madera y se hacían en blanco y negro.

A mediados del XVIII Suzuki Harunobu nos lo mostró en rica policromía, y con los colores llegaron los actores de teatro kabuki, geishas engalanadas, héroes de la tradición popular, los luchadores de sumo, los paisajes naturales y urbanos, los pájaros y las flores, o las mujeres realizando labores del hogar o tocando algún instrumento, y, al fondo, siempre, el monte Fuji.

En ese siglo conocen su esplendor los surimonos, las tarjetas de felicitación para el año nuevo y que no se vendía, se ofrecían como regalos delicados. Y en cada tarjeta un poema. Un poema loco, que llamaban. Un tanka o un haiku. Y color, mucho color.

Y son estas felicitaciones las que llegaron a Extremadura de la mano de Javier Alcaíns.



El ilustrador y poeta extremeño ya diseñó para el Plan de Fomento de la Lectura del gobierno extremeño tres series La palabra pintada, El bestiario de iluminaciones y Fábulas de Oriente: los cuentos de Calila y Dimna.


Lo puedes comprar en las librerías. Estos surimonos retratan un espíritu delicado y refinado. Retratan la pintura y la poesía. Y las alegrías de la vida.



[S. XIX]
Romain de Tirtoff, más conocido como Erté (por la pronunciación en francés de sus iniciales, R.T.), nació en San Petersburgo el 23 de noviembre de 1892. Murió en Paris en 1990.

Fue pintor, ilustrador, diseñador, escenógrafo y modisto. Fue el epítome del art decó.

Su gusto, estilizado, decorativo, ornamental. Lo suyo era la ópera, el teatro, y luego el cine, y la escenografía.

Su alfabeto, es mágico. Sus mujeres, cautivadoras.



[S. XX]
Antonio Juez

Artista singular, de poliédrica personalidad, profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Badajoz, diseñador de jardines de la ciudad, escritor, periodista, ilustrador, decorador y pintor, autodidacta, místico, franquista, culto, refinado, afeminado, elegante, de delicados modales, religioso, pecador, pensador, singular y chocante con el entorno.

Antonio Juez nació en Badajoz el 7 de marzo de 1893, fue hijo del húrgales Primitivo Juez Pérez y de la pacense Vicenta Nieto Martínez. Juez creció dentro de esta familia de clase media junto a su hermano, Ricardo, en la casa de sus padres en la calle Vicente Barrantes, n° 16.

Los últimos restos de su herencia pasaron, primero, a su amante, el portugués David María da Silva y, a la muerte de éste, a sus herederos.

Como artista, cultivó diversas técnicas (óleo, gouache, tinta), moviéndose entre la pintura y el dibujo, con la frecuente inclusión de textos en sus obras.

Se perciben las influencias de Gustave Moreau y Aubrey Beardsley y los ilustradores españoles José Zamora y Manuel Bujados, cuyos modelos fueron, a veces, fuente directa de inspiración.

Su estilo es minucioso, recargado, y se complace en el detalle ornamental; comparte un dibujo de trazo sinuoso con un colorido a veces frío y sugerente.

Los temas enlazan con el simbolismo decadente del cambio de siglo: complejas alegorías, el amor, el pecado, la tentación y la muerte, con personajes elegantes y sofisticados, climas enigmáticos y un marcado gusto por el exotismo oriental, no faltan tampoco las mujeres fatales y seductoras, como Salomé, o las que protagonizan los cinco grandes lienzos apaisados que Juez pintó para la decoración de los almacenes La Giralda en 1936 y 1937: Cleopatra, La reina de Saba, Haru-Ko, Carmen y la propia Venus.

De ideología muy conservadora, después del golpe de estado franquista, y tras la guerra civil, fue chivato de las fuerzas golpistas delatando a otros homosexuales de la ciudad.









[1984]
En 1984, en plena eclosión de la movida cacereña, La Machacona y el Rita, ponen en marcha el primer concurso de relatos eróticos escritos en servilletas de papel.

Tampoco es que tengamos muy claro si fue mucha gente la que se presentó.

Lo que sí sabemos, es que el premio lo entregó
Jesús Alviz, el gran novelista extremeño de Gata que andaba por los Madriles, pero que frecuentaba con asiduidad Cáceres y la noche.

Y que, además, estaba en todo su esplendor. Tanto una como el otro.

Y también sabemos quién lo ganó, claro. El premio consistió en la colección completa de
La Sonrisa Vertical.

Hoy, en su biblioteca, puedes ver los lomos violetas de esa colección. Pero no la puedes sacar de la biblioteca.

Incluso, si te pones, puedes leer el texto que se presentó y que ganó el concurso. La lengua del erotismo. La lengua de los salmos. De los salmos prohibidos.

Y, a buen seguro, habrá algún testimonio de setlist escrito en alguna servilleta de papel antes de que llegaran los personal computer. Era tan efímero que no hemos encontrado ningún ejemplo de ellas.



[2009]
Es un artista inclasificable. Se llama Javier Alcaíns. Desde 1985 se dedica a iluminar manuscritos, poniendo especial empeño en la creatividad y en acomodar esta opción artística a los tiempos actuales.

Y aunque carece de fe religiosa, cree que puede iluminar libros bíblicos. De hecho, el primer libro que eligió fue el Cantar de Cantares. Era el primer libro y cometió en él todos los errores que puede cometer un principiante. Años más tarde conoció a Manuel Moleiro, quien le propuso realizar un Beato de Liébana. El reto era atractivo y aceptó: caligrafió el Apocalipsis e iluminó el libro teniendo presente la iconografía establecida por Magio; Le guió, sobre otros, el magnífico ejemplar realizado para Fernando I y Sancha. Es la única vez que ha seguido una iconografía, pero en esta ocasión, siendo iluminador de libros, y estando ante un Beato, le pareció inevitable. Después volvió al Cantar de Cantares, más que nada para quitarse la espina de los errores del primero. Tras esta segunda versión del Cantar realizó el Libro de Daniel, con el que se cierran algunos Beatos, aunque amplió el número de ilustraciones: de las diez que suelen figurar en sus predecesores, él llegó a ochenta. Estos tres libros están editados por Manuel Moleiro.



Y aunque no le gusta mucho la calle, se puede ver en las librerías su
Arquitectura Melancólica.

[2010]
Pareciera que en el calendario lusitano 2010 fue el año del queso. Mario Blasco, al frente de Quesos del Casar, y el creador de imágenes Juan Rosco quisieron darle la bienvenida al nuevo año con un pequeño y encantador ejercicio de regusto gastronómico y poesía visual.

Este calendario, en el que se unen el estro poético y las ganas de comer, permanecerá como un pequeño recuerdo a nuestro querido Juan Rosco.

Puedes ver más obras de Juan Rosco en la Fundación Florencio.

 


 Pero también llegaron los fanzines y las olivetti.