Some Girls
Un paraíso de semidioses


Una crónica de Cantarrana para el Correo del Oeste.



The Rolling Stones publicaron Some Girls en 1978. Y claro, fue un enorme éxito.

Combina el rock, el Rhythm and Blues, y el blues clásico sin olvidarse de la música disco y el punk emergente en esos momentos.

El inquietante muestrario de lencería femenina que aparece en la carátula del disco, te recibe, como si de un frente escénico se tratara, cuando te toca aliviar la vejiga. Tan natural como la vida misma.

A la salida, ya en la sala, te topas con una buena muestra de bandas que transitan por la escena pop y rock de la ciudad.

Sonora Original está vinculado al Festival de Cine que en estos días se viene celebrando en Cáceres. 

Así, que allá que vamos.

Con pequeños trailers de himnos de corcheas y celuloides. Fotocromos para huir de la guerra. Para resistir a la invasión.


[X-Rated]



X-Rated son tres músicos de Cáceres, Inglaterra y Sudáfrica, que el azar hizo que se juntaran para algún proyecto Clasificado X. O no. En todo caso, su propuesta es espitosa como pocas. Y en directo te absorben los bailes de la pizpireta Keely Mannin, profesora de inglés y una gran curranta, como certifican sus compañeros.

A Fermín Solís ya le hemos seguido en varios proyectos. Del Rey, Día X Menos 60, Hostal Moscú, Hombre Tigre, que subiría al estrado el segundo día de la Sonora, y, por supuesto, Buñuel. Tú, ya me entiendes.

¿Por cierto, habrá alguna obsesión escondida personal en la cabecita de Fermín con la X? O es, simplemente, una coincidencia la presencia de este fonema, en modo fricativa velar sorda, ¿en algunos de los nombres de sus proyectos? Habrá que indagar un poco.

En los últimos meses ya los hemos podido escuchar en directo en dos ocasiones. En su entorno más arty galería vía Belle Artes, y en su faceta de focos rojos underground de sala de conciertos, vía Boogaloo.

Y si hubiera una tercera, allá que nos presentaríamos. Porque seguimos pensando lo mismo. Tienen un sabor a garaje punk que se desparrama a la mínima. Y nos acordamos de los Boss Hog y los Pussy Galore de la extremeña Cristina Martínez. Pero también nos imaginamos a Keely Mannin haciendo algún dúo con la díscola Nina Hagen. Gozosa X.





Aquí tienes lo más reciente de 
X-Rated, publicado hace pocas semanas.



Aunque la sorpresa llegó una vez finalizado el concierto. Como uno tiene la costumbre, algo friki, de pedir a todo el mundo, las hojas de la setlist para usarlas después en las crónicas, eso mismo hicimos mientras Fermín desmontaba el equipo.

Una vez que pudimos verla con buena luz, en el salón de casa, fue como asistir a un paseo por las cuevas de Maltravieso. A la luz de un quinqué. Una primorosa sorpresa. Una setlist que ilustra y adorna la propia Keely con grabados y dibujos ingenuos, como si los iluminara, y que nos sugieren una sonrisa smile tras ver a los tres descargar un directo excitante. Un cruce de manos, de ojos y orejas, y elefantes, y rayos y truenos y maracas. Una tierna maravilla.




[Tree House]



Tree House se dejaron la piel en su directo. Y eso que se le rompió una cuerda a la guitarra de Pablo Yuste.

Junto a Samuel Batle y Sergio Moreno, Tree House conforman uno de los proyectos más redondos de nuestro panorama. Su rock acústico está repleto de muy hermosos temas que se acoplan como un guante al entorno del Boogaloo. Por lo que no es extraño verlos en esta sala de Hernán Cortés.

Al parecer, la idea surge cuando Sergio Moreno, batería, y Samuel Batle, bajista que fue de Mind Traveller, deciden reunirse con Pablo Yuste, guitarrista que lo fue de Mind Traveller y No Shelter, y ponen en marcha Tree House.

Aunque bueno, hay que recordar que la primera vez que vimos a Pablo Yuste, fue en una actuación de Manuel Cobos en el Boogaloo. Manolo invitó a que un joven Yuste hiciera algún tema con su guitarra. Ya nos sorprendió su vozarrón. Y eso sí, su tendencia a cierto griterío. A veces. Porque en otros momentos, los conciertos de Tree House son emocionantes.

Ya los vimos en el mismo escenario, el 4 de diciembre de 2020. La pandemia nos acechaba. Y ahora volvemos a disfrutar de esta casa del árbol tan bien levantada que soporta ventiscas huracanadas y que no cierra puertas ni, aunque se rasgue el nylon de la guitarra. Aún así, por la ranura de la ventana, siguen con los temas de su viento y pluma. Y bajo el porche de la casa, al atardecer. El mejor momento para dejarse llevar.

Estamos esperando, como agua de mayo, nuevo disco. Ya han pasado cuatro años. Y ya toca.

Aprovecha para escuchar su excelente disco.




 


[Kaplan]



La gran sorpresa de la muestra, al menos para Cantarrana.

La verdad es que nunca le habíamos prestado mucha atención a este grupo. Para no mentir, ninguna.

Kaplan es también una banda cacereña. Numerosa. En el Boogaloo contamos a seis músicos en el pequeño estrado de la sala. A buen seguro, Diego Barriga haría virguerías para poder compactar y sonorizar tantos instrumentos en un espacio tan reducido. Aun así, lo consiguió.

Josuet en el bajo, el portugués Paulo en la guitarra, Jacobo en la batería, Pablo, en el saxofón, Juan, el que fuera teclista de Balas de Talco en los años de la movida cacereña, en las teclas y, al frente, la voz de Tim Elliot, inglés.

Si buscas pop, Kaplan vuela bastante más alto. Su propuesta es ecléctica, pero, sobre todo, brillante, muy brillante. Mezcla diferentes aires de maravilla. Algo de jazz, algo de bossa, algo de blues, de soul, algo de rap y algo de rock, claro.

Los músicos de la banda son estupendos, pero el cantante es puro teatro. Su propuesta evoca el Music Hall. Pero también la afectación de Morrisey, las huellas escénicas de Freddie Mercury, los gestos de Raphael, el tono grave de Nick Cave, los desaires de Renato Zero.

Y es entonces, cuando uno se entera de que Tim Elliot es cantante de ópera. Y claro, así se entiende todo.

Un concierto fantástico. No hay perdón de dios por habernos perdido esta maravilla, aquí al lado de casa.

Evocando a Balas de Talco como un verso suelto de la movida cacereña, Kaplan es, sin duda, un verso suelto de la escena pop cacereña. ¿Verso? No. Un poema entero. Un plano secuencia.

Aquí tienes el ep que publicaron en 2021. Hablando en plata. En el fondo, no le hace justicia a su directo. Pero puedes hacerte una idea.





Y aquí,  su particular setlist en modo díptico a color que repartieron para este concierto.

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[Hombre Tigre]


Supimos del tigre con Ha empezado el baile.

Es el nuevo proyecto, en comandita, de Fermín Solís y Carlos Rubio.

Juntos han pasado un buen número de ellos. Del Rey, Hostal Moscú, y, ahora, Hombre Tigre.

A Fermín, por su lado, le hemos visto en Día X Menos 60, e incluso en Kaplan. Y ahora también, en X-Rated.

De Carlos, recuerda Ciconia Bros y recuerda Bloomington, santo y seña de la música indie hecha en Cáceres.

De Emilio, el cantante tigre, poco podemos contar de su trayectoria. Nunca estuvo en ningún grupo. Es la primera vez en su vida que se pone ante un micrófono. Es profesor de matemáticas en el instituto de Garrovillas. Y suponemos que esa costumbre de ponerse ante un auditorio de adolescentes todos los días, imprime carácter. Otra cosa es que le hagan caso cuando les habla de integrales.

Escribe. Le gusta el comic. Y no se aprende las letras. Lleva una libreta que sujeta en el atril para memorizarlas. Según cuentan las crónicas, no recoge cacharros una vez que acaban los conciertos. Habrá que seguirle.

Sobre bases rítmicas, Fermín lleva el bajo, Carlos, la guitarra y los teclados, y Emilio, la voz.

Hombre Tigre es el Carpe diem. La Dolce vita. El hedonismo. El baile. La electrónica pertinente.

Nos enamoró con Ha empezado el baile y su huida de la mediocridad.

Y gustan de la performance. Según nos contaron en los corrillos montados en el exterior de la sala. En el Vostell, hace un tiempo. Por qué, por qué, por qué.

¿Por qué? ¿Para qué? No tenemos muy claro todavía para qué. Pero este Emilio tiene un rato en la radio. Cualquier lunes de estos intentaremos tirarle de la lengua. Sobre senos y cosenos, aunque sea. Y eso que uno, es de letras. Pero habrá que inventárselo. 

En la selva de los malabarismos y prestidigitadores, Hombre Tigre es un príncipe de la tecnocracia, de estribillos arrebatadores. Un olimpo nocturno. Paraíso de semidioses.



Aquí los tienes, por si te quieres enmascarar.



Y aquí, el setlist de este concierto.

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[Fônal]



Y para cerrar el cartel, y antes de viajar a Kassel con sus amigos los alemanes, subieron Inma y Alfonso Búrdalo, Fônal, para desencadenar su particular Tormenta eléctrica.

Son ya muchos conciertos siguiéndoles. Y muchas fotos y muchos minutos en la radio. Así que son como de la familia. Llegaban para dar buena cuenta de Martilandrán, su último disco. Un hermoso trabajo en el que cuentan con las manos técnicas del gran Miguel Ángel Gragera. Y en el que aparecen su Efecto tóxico, su gran hit Colapsar, y su viaje interior a las Hurdes con el tema que da título al disco.

Pero también sonaron Electronic, Hello Hello (excelente tema), 1997, e incluso algún cover de esos que tanta grima nos provoca.

Por supuesto que cerraron con su tormenta, ayudados por Almudena, una de sus fan de toda la vida. y asidua del Boogaloo, y con la presencia de algunos de sus amigos de Aguas Vivas, su barrio, que más pronto que tarde, tendrá su propio festival. Al tiempo.

Pero no hace falta que despleguemos un cordel loas y alabanzas. Ellos ya lo saben. Así, que no insistimos. Preferimos contárselo sotto voce

En resumen, un concierto excelente que cerraba una edición más de Sonora Original, que calibraba el buen pulso que mantienen las bandas locales, y que daba abrigo y oropel al Festival de Cine

Aquí tienes el último disco de Fônal.





Y aquí, la setlist.

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Oeste. 9 de marzo. 2022.