Un guión de Corredores de Ideas.
(01) A las cinco de la tarde del día 18 de Noviembre de 1891, y con el sello marcado en su destino de seguir siendo jornalero como sus padres, nace en Acebo, en el Reino de Gata, Vidal Fernández Fernández (Cachana).
(02) Cachana abandona la Sierra de Gata y se traslada a Madrid. En torno a 1923 entra a trabajar de criado en casa del escritor Jacinto Benavente, que un año antes había recibido el Premio Nobel.
(03) Desde el principio, la relación entre ambos fue algo más que entre amo y sirviente. Al mismo tiempo Benavente tenía a un tal Ernesto Pérez Saúco como secretario personal, a quien le había dejado en depósito importantes bienes, entre los que se encontraban joyas familiares.
(04) En torno a 1932, Benavente denuncia un robo de esos bienes. Acusa a su secretario. Nunca a Cachana. Tiene lugar un largo juicio, en el que salen a relucir asuntos turbios del trío. A pesar de ellos, detienen a Cachana.
(05) Los vecinos más ancianos de Acebo recuerdan la detención de Cachana por parte de los carabineros, y cómo durante su arresto se fugó arrojándose por un precipicio próximo a la zona de la Cervigona. No debió ser muy prolongada su fuga ya que al final fue arrestado en Ciudad Rodrigo el 1 de agosto de 1931 y sometido a interrogatorio, declarando dónde había guardado parte de las joyas y del dinero robado a Benavente.
(06) Cachana era muy atractivo. Alto y de buen porte. Pero además era rojo. Gente de Acebo aseguran que intervino en la colocación de una bomba en el metro de la puerta de Sol (Madrid) y que había llegado a formar parte de unas células anarquistas en la ciudad castellana.
(07) Además de rojo, comentan que Cachana era homosexual. Y que Benavente y él fueron amantes durante mucho tiempo. La duda recae en el tercero en cuestión. El secretario del escritor. Esas paredes esconden turbias escenas de celos y amores y odios.
(08) Mientras tanto en las calles, conflictos sociales, cambios políticos, revueltas agrarias. CNT.
(09) Fue excarcelado con motivo de una amnistía durante uno de los gobiernos republicanos de la década de los 30. Y vuelve, algo refinado ya, a Acebo. Extremadura era un silencioso polvorín. Con enfrentamientos recogidos como el que tuvo lugar entre falangistas y socialistas en uno de los cafés de la plaza de Acebo
(10) En esta etapa de inestabilidad, de inseguridad y de violencia sería aprovechada, según algunos vecinos, por Cachana para unir a un grupo de desencantados y desposeídos que como en los mejores tiempos de la historia de los bandoleros de la Sierra de Gata constituyeron una banda con algunos tintes mafiosos, preparando timbas en los casinos de la comarca.
(11) Los burgueses, los caciques y los extremistas de derechas fueron tomando nota de las actuaciones de Cachana; y aunque su presencia en Acebo les resultaba cada vez más molesta, por el momento no podían hacer nada contra él.
(12) Golpe de Estado del 36. Julio. Los falangistas toman el control en Acebo y en toda la sierra.
(13) Julio. Mientras Cachana andaba en la huerta, un grupo de falangistas de Villamiel le localiza. Le montan en un camión y se dirigen al pueblo salmantino de Sancti Espíritu.
(14) Llegados a ese pueblo castellano, los captores deciden colgarlo boca abajo de una encina y castrarlo para luego introducirle sus genitales en la boca. Uno, por rojo. El otro, por maricón.
(15) La familia de Cachana debió enloquecer, y la búsqueda de los restos se convirtió en una obsesión que los llevó a la ruina. Viéndose su hermana obligada a servir, por casualidades de la vida, en una casa de gentes de dinero sobre la que cayó la sospecha del asesinato.
(16) Oficialmente, en Acebo no murió nadie durante la Guerra Civil. Cachana no se cuenta. De Cachana no se habla ni si debe hablar. Ni la familia quiere que se hable.
(17) Años después, Jacinto Benavente estrena un drama rural en tres actos en donde se describe la muerte de un individuo muy parecida a la de Cachana y donde la hermana de ese personaje también trabaja en la casa de aquellos que asesinaron a su hermano. Pudo ser el último homenaje que este mediocre escritor dio a su gran amante.